Castle (web antigua): Prison Break: el testimonio del Recluso 17

domingo, 15 de julio de 2012

Prison Break: el testimonio del Recluso 17


Mi nombre es Delfín C. pero hasta hace no mucho era, simplemente, el Recluso 17. Había sido encarcelado por robar en un puesto de verduras: estuvo a punto de caerme la cadena perpetua pero el juez, finalmente, se ablandó y me impusieron una pena de quince años.

Tras el juicio, me mandaron a Alcatraz. En cuanto llegué empecé a pensar cómo escapar: aquello parecía imposible, pero tenía que haber alguna manera. Hablando con algunos alguaciles, me di cuenta de que algunos eran algo corruptos y entreví que había esperanzas de fuga.

El alcaide Miguel P. no se debía enterar de lo que estaba tramando, así que tenía que idear un buen plan de fuga. Necesitaba algunas herramientas, pero lo más esencial era el equipamiento básico: traje de civil, pasaporte y brújula.

Lo primero era conseguir dinero y, para ello, hice algunos trabajos para alguaciles corruptos: barrer una parte de la prisión, traer una silla o un vaso de agua fresca.

Cuando conseguí 25 troskys, compré el equipamiento básico y ya había avanzado buena parte del plan. Enseguida ideé un plan de fuga con la colaboración del alguacil Juanjo M., uno de los más corruptos de Alcatraz: tenía que cortar la valla interior de la prisión con unas tenazas, abrir la trampilla norte del alcantarillado y reventar el gran muro que me separaba de la libertad.

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